Jesucristo, Rey del Universo - CLAUSURA AÑO DE LA FE
Les comparto el Sermon de Nuestro Obispo Anders Arborelius OCD.
Fuerza de la Fe - al final del año de la Fe
Muy queridos fieles.
Si, en verdad ustedes son
fieles, han recibido el don de la fe,
viven su vida ordinaria como creyentes de Jesucristo, son fieles de la Santa Iglesia Catolica.
Es su alegria y su honrra ser seguidores de Jesucristo y poder dar testimonio de su fe aqui en nuestro pais Suecia. Por ello estoy muy orgulloso, me da mucha consolacion de
saber que hay fieles como ustedes. Doy gracias a Dios en este ultimo dia del
año de la Fe , por
que hay tantos que quieren vivir su vida como fieles y transmitir su fe a los
demas.
Esta noche nos hemos
reunido en esta Catedral, es como dice Jesus en el Evangeglio una casa de oracion, para alabar y agradecer a
Dios que nos otorgo la gracia de este año de la fe. Para nosotros fue
importante a profundizar el Don de la fe y hacernos mas concientes que la fe no
es solamente una doctrina que hemos aceptado; sino una luz, una lampara que nos
ayuda a vivir muy unidos a Jesucristo en todos los momentos y acontecimientos
de la vida. Ya en el bautismo hemos
recibido la fe junto con la esperanza y la caridad, para poder vivir en una
comunion continua con Jesus. Este don
inicial tiene que crecer y desarrollarse durante toda nuestra vida. Este
don tiene que crecer y desarrollarse durante toda nuestra vida. Por eso
necesitamos la formacion catequetica para saber quien es Jesus, el Espiritu
Santo y el Padre. Dios quiere unirse cada vez mas con nosotros por la fe, la
caridad y la esperanza. Pero hay que saberlo, que Dios no esta muy lejos de
nosotros sino que esta mas cerca de nosotros
que nosotros mismos. Somos templos de Dios. Ya desde el Bautismo vive en
nosotros como en su casa. Somos casa de El, somos casa de oracion. Hemos
recibido una dignidad inmensa. Pero hay que saberlo y creerlo. Por eso
hemos celebrado este año de la fe, para
que las verdades de la fe se hagan mas presentes en nuestro corazon y en
nuestro modo de pensar, actuar y hablar.
Para un creyente la vida es algo mejor, algo mucho
mas grande que para los demas. Es un misterio donde Dios viene a nuestro
encuentro de tantas maneras. Nunca estamos solos o abandonados. Dios esta a
nuestro lado. Esta mirandonos con su mirada de amor y esperanza en cada
momento. Pero hay que creer, aceptar que somos tan intimamente unidos a Dios
que nadie o nada puede separarnos de El. La fe nos ayuda para poder discernir
esta union con Dios y como podemos realizar nuestra vida como una union
continua con El. Porque esta gracia es tan grande no es solo un Don que
recibimos pasivamente, es tambien una tareaa que tenemos que realizar
dondequiera que estemos. La fe nos hace mas activos en las obras de caridad.
Transforma nuestra vida en servicio de los demas, sobre todo para servir a los
mas necesitados. Como papa Francisco
siempre nos recuerda que pertenecemos a la iglesia de los pobres. Jesus vino
para dar la buena noticia a los pobres y por eso nostros tambien tenemos que
traducir su mensaje en obras, en acciones para mostrar su amor y ternura a los
que estan fuera en el frio y en la
oscuridad.
Muy queridos fieles, en
la iglesia de Cristo somos todos hermanos y hermanas. No importa de donde venimos. No importa que lengua
hablamos. No importa cuanto dinero tenemos o no tenemos. El Evangelio es nuestra ley que
nos obliga a amarnos y servirnos mutuamente. Las fronteras entre los pueblos ya
no tienen importancia. Solo el amor de
Cristo es importante. Por eso hay que aprender de recibir este amor. A veces
puede ser lo mas dificil creer en este
amor imenso e infinito de Dios para cada uno de nosotros. Es la tragedia de los no creyentes que les resulta imposible creer que
tal amor gratuito de Dios es una realidad. Por eso, es nuestra Tarea tratar de mostrarlos a ellos
al menos algo de este amor infinito de
Dios. Parece imposible que nosotros, pobres pecadores que somos, podriamos
transmitir el amor infitito. Hay que creer en nuestra capacidad de transmitir
el amor de Dios para con los demas. Ojala el año de la fe hubiera podido
convencernos de tal verdad! Cada uno de nosotros es una casa de Dios que vive
en nosotros y nos deja participar en su amor para amarlo a El y amar a los demas.
En el Evangelio Jesus
siempre nos enseña como podemos vivir como sus discipulos y vivir toda
nuestra vida en la fe, amor y esperanza. El Evangelio es su carta de amor
para cada uno de nosotros y al mismo tiempo para toda la iglesia y todo el
mundo. Cada vez que leemos el evangelio lo oimos a proclamar en la misa es un mensaje personal para cada uno.
Hoy el Señor nos habla de la casa de
oracion que es el templo de Dios en Jerusalen. Esta catedral es tambien casa de
oracion como hemos podido experimentar
durante la vigilia. Cada iglesia
es casa de oracion donde nos reunimos
para orar, adorar, agradecer y cantar las alabanzas. Pero cada uno de
noosotros es tambien una casa de oracion donde vive Dios mismo la Trinidad. Es nuestra dignidad,
es una gracia muy grande pero tambien es nuestra responsabilidad vivir segun
esta dignidad. La fe puede iluminarnos para poder vivir como casa de oracion en
medio de este mundo que tanto necesita la luz y el amor de Jesus.
Muy queridos fieles, doy gracias a Dios porque
ustedes quieren vivir su vocacion como casa de Dios, como discipulos de Jesus,
como creyentes llamados a transformar el mundo con la fuerza del amor de Jesus.
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