FELIX, después de un perido
de catequecis de 2 años y después de haber inscrito su nombre como fundamental
opción para recibir los sacramentos de iniciación cristiana, recibe el símbolo
de nuestra fe: EL CREDO
CATECUMENADO
Etim: Latín: catechumenus;
griego: katekhoumenos, de katekhein: catequizar.
El período de instrucción de
los conversos en la fe antes del bautismo y admisión a la Iglesia Católica.
En la Iglesia primitiva sólo
se bautizaba a los candidatos considerados aptos por su conocimiento de la
doctrina y la liturgia de la Iglesia. El catecumenado es el período de
iniciación que duraba, por lo general, varios años.
Con el número creciente de
conversos, el catecumenado se fue abreviando. Después de la caída del imperio
de Occidente, el catecumenado solo era una preparación inmediata para el
bautismo. Llegó el momento en que la mayoría de los bautizados eran niños
porque nacían en familias cristianas.
Hoy en día se le llama
catecúmenos a aquellos adultos que se preparan para recibir los sacramentos de
iniciación que no recibieron cuando niños.
El Concilio Vaticano II
promulgó directivas específicas para el catecumenado:
1- Un catecumenado mas
intenso y normalmente prolongado para tierras de misión;
2- Enfatizó la importancia no
solo de instrucción sino también entrenamiento in la práctica de la virtud;
3- Apuntó la responsabilidad
de toda la comunidad cristiana en cooperar en la preparación de los
catecúmenos;
4- El catecumenado debe ser
integrado en el año litúrgico y en la celebración del Misterio Pascual (Ad
Gentes Divinitus, 13-14)
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