En la Jornada Mundial de oración por las misiones recordamos que somos una iglesia que es en su naturaleza misionera. Misionera porque Jesucristo le ha confiado a ella, la misión de anunciar el Evangelio, anunciarlo a Él, Jesucristo, enviado de Padre, misionero del Padre, fue enviado para salvar la humanidad, y él mismo ha enviado a la Iglesia para de a conocer esa salvación.
De qué salvación se trata? Conocer a Jesucristo ayuda a la humanidad para que no se destruya así misma, para que nos amemos unos a otros y a Dios como nos lo recuerda el Evangelio de este domingo.
La Iglesia misionera, anuncia a Jesucristo, nacido de la Virgen María, muerto en la Cruz y Resucitado de entre los muertos, lo anuncia dando a conocer su Palabra, (las Sargadas Escrituras), y se lo anuncia a toda la humanidad, a los cinco continentes, Jesucristo es Luz para que toda la humanidad pueda ver y pueda encontrar en la Palabra de Dios una propuesta de paz y de armonía entres todos nosotros.
El anuncio del Evangelio nos lleva a rechazar todo aquello que significa pecado, todo aquello que desdice de la dignidad del ser humano. Debemos conocer a Jesús, debemos darlo a conocer para que no sigamos viendo esos cuadros tan dolorosos donde se hace pública la manera como el ser humano se agrede, se ataca y se irrespeta la vida, se arrastran los cadáveres como trofeos de guerra y con saña y alevosía se cree que se hace bien, cuando se asesina en nombre de la justicia y en busca de la paz. (estracto de la homilía del 23 de Octubre, día Mundial de la Misiones, por P. Cristian Vargas)
La Iglesia misionera, anuncia a Jesucristo, nacido de la Virgen María, muerto en la Cruz y Resucitado de entre los muertos, lo anuncia dando a conocer su Palabra, (las Sargadas Escrituras), y se lo anuncia a toda la humanidad, a los cinco continentes, Jesucristo es Luz para que toda la humanidad pueda ver y pueda encontrar en la Palabra de Dios una propuesta de paz y de armonía entres todos nosotros.
El anuncio del Evangelio nos lleva a rechazar todo aquello que significa pecado, todo aquello que desdice de la dignidad del ser humano. Debemos conocer a Jesús, debemos darlo a conocer para que no sigamos viendo esos cuadros tan dolorosos donde se hace pública la manera como el ser humano se agrede, se ataca y se irrespeta la vida, se arrastran los cadáveres como trofeos de guerra y con saña y alevosía se cree que se hace bien, cuando se asesina en nombre de la justicia y en busca de la paz. (estracto de la homilía del 23 de Octubre, día Mundial de la Misiones, por P. Cristian Vargas)
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